El tejido brillaba en todo su esplendor. El tiempo se había detenido en la danza de sus hebras milenarias, que se entrelazaban contando historias de otras épocas.
A lo largo de los siglos, distintas culturas prehispánicas expresaron su ideología y su cosmovisión a través del arte textil. Usaron fibras de algodón y lana de vicuña y alpaca como abrigo o para crear y recrear su mundo y expresar sus creencias o posición social; así tejieron las más maravillosas piezas que desafiaron el tiempo con su esplendor.
Una de ellas es la tela cumbi usada como símbolo de distinción y que tenía una función ritual al estar destinada al Inca, a los sacerdotes, a los generales y a la nobleza.
Su importancia radica no solo en la belleza de sus diseños o en el status que brindaba, sino también en la riqueza de una de las fibras usadas para su confección: la baby alpaca. Este es, quizás, el primer uso conocido de esta fibra, cuyo valor al ser utilizada en prendas y accesorios, equivalía en la época de los incas al oro. (www.fashionencyclopedia.com).
Esto probablemente se debe a sus cualidades únicas, que en la actualidad siguen convirtiendo los tejidos y prendas en un placer para los sentidos. Porque la baby alpaca, proveniente del primer corte de lana de las alpacas adultas, es exquisitamente suave, liviana y confortable, con un brillo natural incomparable y con atributos térmicos insuperables que mantienen la temperatura corporal.
Hoy al ser usadas en prendas de vestir de última tendencia, las fibras siguen contando historias de status y belleza, de originalidad y unicidad que perduran en el tiempo; expresan no solo la personalidad del portador, sino también su gusto más refinado y su pertenencia a un grupo exclusivo. Para entrar solo hay que decir: Just call me baby!